
¿Sabías que cuando germinan las semillas, aumenta la vitamina B hasta un 2.000%?; ¿Qué las demás vitaminas aumentan en promedio 500% y las proteínas del 15-30%? (Fuente: Eres lo que comes, G. McKeith)
¿No es eso asombroso?
Los beneficios que nos dan los germinados son enormes, además saben bien y son muy fáciles de hacer.
Los germinados son ricos en enzimas necesarias para digerir y para asimilar los nutrientes de los alimentos y para mantener funciones vitales como el pensamiento, caminar o hablar. Proporcionan las cantidades de vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales; tienen también proteínas (que algunos estudios califican como superiores a las de origen animal y otras de origen vegetal). Los germinados nos protegen contra catarros, resfríos y otras enfermedades fortaleciendo el sistema inmunológico.
Empieza con alfalfa o fenogreco (se pueden conseguir en Veritas o germinarlos uno mismo). Básicamente cualquier semilla, haba o nuez puede ser germinada. ¡Son muy sabrosos, prueba por ejemplo la ensalada con alfalfa, realmente deliciosa!