domingo, 20 de septiembre de 2009

La mente de mono

La mente de mono...así es nuestra mente, siempre pensando y nunca tranquila, en todo momento activa y trabajando, resolviendo problemas, imaginando situaciones y prácticamente sin descanso. Según diversas fuentes científicas, tenemos en promedio entre 20.000 y 60.000 pensamientos por día, como para llevar buen registro de todo ¿no?...

¿Quién no conoce esta sensación? Una actividad de trabajo no terminada, una llamada pendiente, un compromiso no cumplido... Nos persiguen los pensamientos de no haber hecho lo que deberíamos haber hecho, los tenemos siempre presentes, deambulando en nuestra mente y aunque siempre encontramos una razón: “no tengo tiempo”, “no tengo la flexibilidad...”, estos pensamientos nos distraen de lo que es importante, no nos dejan en paz y no nos permiten estar felices y tranquilos.

La mente no tiene poder por si misma, sin embargo inconscientemente le damos el control al no cuidar lo que pensamos. La mente es nuestra mayor herramienta y los pensamientos son su nutrición, de ahí que, nuestra actitud y nuestros resultados sean su reflejo perfecto. Si enfocásemos nuestros pensamientos en estar bien, felices, sanos y siguiendo nuestros sueños, probablemente no nos quejaríamos tanto de lo que no tenemos o de los demás, viviríamos una vida más tranquila, más feliz y más simple. En cambio, si sólo tenemos pensamientos de duda, y nos enfocamos en los problemas, las enfermedades y lo que no nos gusta de los demás - nuestra vida reflejará eso también.

Lo anterior resulta coherente, sin embargo, no es sencillo cambiar la forma en la que pensamos. Nuestra educación no necesariamente nos ha provisto de lo que realmente es importante en esta vida (ser feliz), ni como tranquilizar nuestra “mente de mono” para hacer lo que queremos hacer y para ser lo que queremos ser. Por fortuna, si hay alternativas...
Un método es la meditación. En su artículo al respecto, la Dra. Rita Khanna dice: “La meditación ayuda a controlar la mente. Meditando regularmente, uno puede poner un interruptor en la mente y detenerla cuando es necesario. La meditación nos ayuda a manejar la mente mediante la observación a través de energía neutral.... Simplemente observar directamente los pensamientos desde un punto de vista neutral, sin juzgar, analizar, participar, suprimir o condenar. Observar es nuestra verdadera naturaleza y no requiere esfuerzo. Todos tenemos el potencial de mirar hacia dentro. No se trata de esforzar la mente para estar tranquila, sino encontrar la tranquilidad que ya está allí.”

¿Cómo meditar?
Hay varias técnicas para meditar - algunas ya explicadas en los Yoga Sutras de Patañjali (ca 300 a.C.), uno de los libros más importantes de la filosofía del Yoga y considerado por muchos el más importante tratado del yoga clásico.

Una técnica sencilla de meditación es enfocar la mente en nuestra propia respiración. Busca un asiento cómodo y estable, manteniendo la espalda recta de preferencia, cierra los ojos y empieza a relajar tu cuerpo parte por parte. Con calma lleva la mente hacia dentro. Respira despacio, profundamente y con regularidad (respiración uniforme y continua). Si llega un pensamiento, simplemente obsérvalo. No te identificas con él; no te haces su amigo; no argumentas con él; se irá de la misma forma como vino; mantén la distancia. Acepta tus pensamientos como tuyos pero date cuenta que tú no eres tus pensamientos. Ahora, Borra activamente los pensamientos que no deseas y no los dejes entrar otra vez a tu mente. (Mantener estos pensamientos vivos es llevar un peso extra que afecta nuestra salud mental y física.) Habra momentos en los que experimentes un estado de la mente sin pensamientos, solamente quedará la consciencia pura. En este estado el ser humano puede experimentar fuerza, seguridad, creatividad, confianza, decisión, tranquilidad y felicidad. Esta es la existencia pura.